La administración de Donald Trump declaró como grupos terroristas a los principales carteles de la droga de México, lo que ha desatado incertidumbre sobre una eventual intervención estadounidense en territorio mexicano.
Se incluyó en la lista terrorista al Cartel de Sinaloa y al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), considerados durante años como los más poderosos del mundo, así como al Cartel del Noreste, el Cartel del Golfo, la Nueva Familia Michoacana y los Carteles Unidos.
Además de esos grupos mexicanos, designó también como terroristas a la banda venezolana del Tren de Aragua y a la pandilla centroamericana Mara Salvatrucha (MS-13).
Según la legislación estadounidense, para designar a un grupo como organización terrorista extranjera (FTO, en inglés) ésta debe llevar a cabo ‘actividades terroristas’ que supongan una “amenaza a la seguridad de los ciudadanos estadounidenses o la seguridad nacional de Estados Unidos”.

El Departamento de Estado tiene catalogados como terroristas a organizaciones como el Estado Islámico (EI), Hamás o El Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN).
Trump consideró durante su primer mandato (2017-2021) declarar a los carteles mexicanos como terroristas, pero no lo hizo a petición del entonces presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, con quien mantuvo una relación fluida.
Pero en los últimos años, el apoyo a esa medida ha ganado fuerza dentro de los filas republicanas debido a las cifras récord de muertes por sobredosis de fentanilo en Estados Unidos, una sustancia que según Washington fabrican los carteles mediante productos químicos adquiridos de China.
¿Intervención en México?
México, en cambio, se ha opuesto a que Estados Unidos diera ese paso por temor a que se abra la puerta a una intervención estadounidense unilateral en territorio mexicano, lo que violaría la soberanía del país latinoamericano.
No se trata de una sospecha infundada, dado que el propio Elon Musk, mano derecha de Trump en este segundo mandato, advirtió este miércoles de que la designación permite a Estados Unidos bombardear con drones a los carteles mexicanos.
La lista de organizaciones terroristas no otorga al Gobierno de Estados Unidos autoridad para usar la fuerza militar en otro país, pero puede propiciar operaciones de contraterrorismo si, dependiendo del caso, se cuenta con autorización del Congreso, donde los republicanos controlan la mayoría.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, argumentó que los drones espía estadounidenses vuelan “bajo petición del Gobierno de México” y dijo “no tener miedo” de una invasión de Estados Unidos porque se siente respaldada por la población.
La mandataria mexicana desmintió además a Trump al asegurar que su gobierno no tiene nada que ver con el narcotráfico.

¿Cómplices del terrorismo?
La inclusión de un grupo en la lista de organizaciones terroristas extranjeras prohíbe a sus miembros entrar en territorio estadounidense y ordena la congelación de todos sus fondos.
La ley también prohíbe explícitamente a cualquier persona proporcionar a sabiendas “apoyo material o recursos” a una organización catalogada como terrorista.
El alcance de este punto es todavía incierto, pero algunos expertos apuntan a que podría afectar a los migrantes que llegan a Estados Unidos dado que los carteles mexicanos les cobran para cruzar la frontera estadounidense y podrían ser considerados cómplices de terroristas.
En otro ejemplo, Sheinbaum advirtió la semana pasada, en caso de que la designación tirara adelante, que las empresas armamentísticas de Estados Unidos, cuyas armas acaban en manos de narcotraficantes mexicanos, también deberían ser consideradas como colaboradoras del terrorismo.
No hay nada ilegal ni nuevo en los vuelos de drones en territorio nacional; tenemos colaboración y cooperación en distintas materias con Estados Unidos, entre ellas, seguridad. Es interesante que el tema inicie con la publicación de un medio extranjero. pic.twitter.com/OmB1u5Gb7j
— Claudia Sheinbaum Pardo (@Claudiashein) February 20, 2025
Con información de EFE