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Con la aparición del COVID-19 la forma de trabajo de millones de personas cambió radicalmente.
Y aunque es probable que el home office siga presente en la nueva normalidad, muchos buscan combinar el trabajo en casa con otras modalidades en la oficina, como el coworking.
A pesar de que los equipos han demostrado capacidad para adaptarse al trabajo remoto, cada vez les cuesta más.
Una reciente encuesta realizada por Comunal Coworking reveló las consecuencias del home office prolongado: el 85% de los entrevistados quiere alternar entre el trabajo en casa y oficina; 83% mencionó que sufre por no tener un lugar apto para trabajar en casa; 80% declaró que ha incrementado sustancialmente el tiempo dedicado a reuniones y llamadas: y 65% declara trabajar más que antes como un problema.
Además, las empresas deberán buscar alternativas para combatir las consecuencias negativas del trabajo en casa, como la fatiga, falta de motivación y productividad, y la dificultad para concentrarse. Una de las alternativas es instaurar una opción para que los equipos puedan combinar el trabajo en casa y la oficina.
Coworking
En ese sentido, los espacios de coworking, o espacios de trabajo compartidos, son la opción ideal. Para empezar, los espacios ya se encuentran acondicionados, lo cual permite que las empresas ahorren la inversión inicial que implica acondicionar una oficina.
Asimismo, los coworkings cuentan con locaciones cerca de las viviendas de los colaboradores; esto permite que las personas eviten tomar transporte público o perder tiempo en el tráfico. Además, los coworkings son espacios funcionales que fomentan la innovación, colaboración y productividad; y cuentan con todas las comodidades para desarrollar el trabajo de manera óptima.
Sobre esa línea, Ernesto De Olazával, CEO y cofundador de Comunal Coworking, resaltó los beneficios principales del coworking en esta coyuntura: espacio funcional; flexibilidad; ahorro; seguridad; y sistema todo incluido.
“Sabemos que los equipos necesitan espacios flexibles para mantenerse motivados y seguir trabajando; pero estos ambientes hoy más que nunca deben ser seguros y privados, y contar con todo lo necesario para que las personas puedan realizar sus actividades óptimamente”, precisó.
Añadió: “Las empresas ya no deberán pagar sólo por un local con capacidad para albergar a sus colaboradores; sino por aquellos que sean flexibles y ofrezcan servicios adaptados a la nueva normalidad, que aseguren bienestar y ahorros”.
